Aunque al final de la charla-coloquio teniamos previsto proyectar este vídeo, las circunstancias, ajenas a nuestra voluntad nos impidieron hacerlo.
Desde este blog quisiera nuevamente agradecer todo el trabajo que Juventudes socialistas de Ribaforada ha hecho con todo el tema del acto. (Y en especial a tí María por hacerte la "faena" de no poder mostrar tu gran trabajo)
miércoles, 21 de abril de 2010
Guernica
El ataque empezó a las 4.30 de la tarde de un 26 de abril de 1937, hace exáctamente 73 años, y a pesar de que el bando sublevado intentó engañar a todo la población mundial diciendo que el ataque no habia sido tal, si no que los mismos republicanos habían destruído la ciudad, nadie les creyó.
El periodista inglés George Steer (The Times), entre otros que en esos días se encontraban en Bilbao, dijeron al mundo entero la verdad, la más y absoluta cruda realidad:
Guernica había sido deliberadamente bombardeada por la Legión Cóndor que tenía como jefe al Teniente Coronel Wolfram von Richthofen junto con el apoyo de otros cuerpos de la aviación italiana.
Alemania e Italia habían hecho una absoluta y contundente declaración al mundo entero, estaban provando su armamento, estaban demostrando de lo que eran capacez en apenas unos minutos.
A su manera estaban declarando la guerra a todo aquel que osase acercar posturas y arrimar el hombro al gobierno legítimo de la República de España.
Nada ni nadie, excepto brigadistas internacionales de forma voluntaria y la U.R.R.S con muchísimas limitaciones haría nada por aquel pueblo que estaba siendo masacrado por el fascismo naciente en Europa.
Francia e Inglaterra, E.E.U.U y otros muchos países hicieron oídos sordos al grito de desesperación del pueblo español, grito plasmado por picasso en una de sus obras más simbólicas.
La guerra civil española acabó el 1 de abril de 1939, justo 5 meses después daría comienzo la segunda guerra mundial. En este caso fue polonia la que estaba siendo invadida por el fascismo; a los españoles les ayudaron a invadirla esos mismos fascistas.
¿Por qué no entraron en auxilio de la República?
¿Por qué permitieron a España sufrir 40 años de dictadura fascista?
¿Cómo estaríamos ahora sí la segunda guerra mundial hubiera comenzado el mismo 26 de abril de 1937?
Todas estas preguntas no son fáciles de contextar, pues todas tendrían que tener muchos matices... y otros tantos intereses ocultos.
Pero puestos a recordar, puestos a soñar un mundo mejor y una España muchísimo más libre, me he permitido divagar con un futuro diferente, con un pasado en el cual la República hubiera salido adelante... por soñar, he soñado con una sociedad mucho más adelantada, en una sociedad menos prejuiciosa, en una España sin estas "dos españas"... en definitiva, en libertad.
L´estaca - Lluis Llach
Esta canción del cantautor catalán, es para muchos catalanes un himno al cual le dan tintes de independentismo, pero hemos de recordar que fué escrita en 1968, contra el franquismo.
A mí en particular, es una canción que me encanta, ya sea en catalán, castellano o en cualquier idioma que se cante; Pues es la letra lo que importa, y esta letra es un canto a la libertad.
L'ESTACA
L'avi Siset em parlava
de bon matí al portal
mentre el sol esperàvem
i els carros vèiem passar.
Siset, que no veus l'estaca
on estem tots lligats?
Si no podem desfer-nos-en
mai no podrem caminar!
Si estirem tots, ella caurà
i molt de temps no pot durar,
segur que tomba, tomba, tomba
ben corcada deu ser ja.
Si jo l'estiro fort per aquí
i tu l'estires fort per allà,
segur que tomba, tomba, tomba,
i ens podrem alliberar.
Però, Siset, fa molt temps ja,
les mans se'm van escorxant,
i quan la força se me'n va
ella és més ampla i més gran.
Ben cert sé que està podrida
però és que, Siset, pesa tant,
que a cops la força m'oblida.
Torna'm a dir el teu cant:
Si estirem tots, ella caurà...
Si jo l'estiro fort per aquí...
L'avi Siset ja no diu res,
mal vent que se l'emportà,
ell qui sap cap a quin indret
i jo a sota el portal.
I mentre passen els nous vailets
estiro el coll per cantar
el darrer cant d'en Siset,
el darrer que em va ensenyar.
Si estirem tots, ella caurà...
Si jo l'estiro fort per aquí...
LA ESTACA
(L'ESTACA)
El viejo Siset me hablaba
al amanecer, en el portal,
mientras esperábamos la salida del sol
y veíamos pasar los carros.
Siset: ¿No ves la estaca
a la que estamos todos atados?
Si no conseguimos liberarnos de ella
nunca podremos andar.
Si tiramos fuerte, la haremos caer.
Ya no puede durar mucho tiempo.
Seguro que cae, cae, cae,
pues debe estar ya bien podrida.
Si yo tiro fuerte por aquí
y tú tiras fuerte por allí,
seguro que cae, cae, cae,
y podremos liberarnos.
¡Pero, ha pasado tanto tiempo así !
Las manos se me están desollando,
y en cuanto abandono un instante,
se hace más gruesa y más grande.
Ya sé que está podrida,
pero es que, Siset , pesa tanto,
que a veces me abandonan las fuerzas.
Repíteme tu canción.
Si tiramos fuerte...
El viejo Siset ya no dice nada;
se lo llevó un mal viento.
- él sabe hacia donde -,
mientras yo continúo bajo el portal.
Y cuando pasan los nuevos muchachos,
alzo la voz para cantar
el último canto que él me enseñó.
Si tiramos fuerte...
Así que cada cual la entienda a su manera siempre y cuando todos tiremos juntos para romper las barreras que privan a los seres humanos de su propia libertad.
A mí en particular, es una canción que me encanta, ya sea en catalán, castellano o en cualquier idioma que se cante; Pues es la letra lo que importa, y esta letra es un canto a la libertad.
L'ESTACA
L'avi Siset em parlava
de bon matí al portal
mentre el sol esperàvem
i els carros vèiem passar.
Siset, que no veus l'estaca
on estem tots lligats?
Si no podem desfer-nos-en
mai no podrem caminar!
Si estirem tots, ella caurà
i molt de temps no pot durar,
segur que tomba, tomba, tomba
ben corcada deu ser ja.
Si jo l'estiro fort per aquí
i tu l'estires fort per allà,
segur que tomba, tomba, tomba,
i ens podrem alliberar.
Però, Siset, fa molt temps ja,
les mans se'm van escorxant,
i quan la força se me'n va
ella és més ampla i més gran.
Ben cert sé que està podrida
però és que, Siset, pesa tant,
que a cops la força m'oblida.
Torna'm a dir el teu cant:
Si estirem tots, ella caurà...
Si jo l'estiro fort per aquí...
L'avi Siset ja no diu res,
mal vent que se l'emportà,
ell qui sap cap a quin indret
i jo a sota el portal.
I mentre passen els nous vailets
estiro el coll per cantar
el darrer cant d'en Siset,
el darrer que em va ensenyar.
Si estirem tots, ella caurà...
Si jo l'estiro fort per aquí...
LA ESTACA
(L'ESTACA)
El viejo Siset me hablaba
al amanecer, en el portal,
mientras esperábamos la salida del sol
y veíamos pasar los carros.
Siset: ¿No ves la estaca
a la que estamos todos atados?
Si no conseguimos liberarnos de ella
nunca podremos andar.
Si tiramos fuerte, la haremos caer.
Ya no puede durar mucho tiempo.
Seguro que cae, cae, cae,
pues debe estar ya bien podrida.
Si yo tiro fuerte por aquí
y tú tiras fuerte por allí,
seguro que cae, cae, cae,
y podremos liberarnos.
¡Pero, ha pasado tanto tiempo así !
Las manos se me están desollando,
y en cuanto abandono un instante,
se hace más gruesa y más grande.
Ya sé que está podrida,
pero es que, Siset , pesa tanto,
que a veces me abandonan las fuerzas.
Repíteme tu canción.
Si tiramos fuerte...
El viejo Siset ya no dice nada;
se lo llevó un mal viento.
- él sabe hacia donde -,
mientras yo continúo bajo el portal.
Y cuando pasan los nuevos muchachos,
alzo la voz para cantar
el último canto que él me enseñó.
Si tiramos fuerte...
Así que cada cual la entienda a su manera siempre y cuando todos tiremos juntos para romper las barreras que privan a los seres humanos de su propia libertad.
lunes, 19 de abril de 2010
"in memoriam"
Siempre que se van acercando estas fechas, me reconforto en cierta medida, al ver publicaciones en muchos periódicos, donde la gente, ya sea a nivel individual o colectivo, conmemora el aniversario de la II República Española. Este 14 de Abril se celebran actos en muchos lugares de España, desde los pueblos más pequeños hasta las mayores capitales, algunas de esas celebraciones estarán cargadas de protesta y reivindicaciones, otras tan solo pretenderán ser la voz del recuerdo y de anhelo de aquellos que ya no pueden hablar.
Me reconforto nuevamente al ver que hay más gente que comparte, como yo, el sentimiento por los grandes valores que representó aquella república, gente que aspira a no morir antes de ver ondeando “su bandera”, esa que en el fondo es púrpura, en la plaza consistorial de su localidad.
A mediados de marzo de este año vi titulares en algún periódico de tirada nacional en los que se destacaba la caída en picado de las figuras de la monarquía. Destacaba también que cada vez los más jóvenes entendían menos una figura puesta a dedo, una figura que nos representa y a la cual no se le puede objetar nada, puesto que su cargo, digámoslo llanamente es vitalicio.
Parece ser que ese “Mañana, España, será republicana” pudiera estar más cerca de lo que a muchos les parece. Y es que toda una nueva generación, una nueva “hornada” de jóvenes con ideas y sin prejuicios, no son capaces de entender que su representante a nivel estatal lleve ocupando el mismo cargo desde los años 70.
Agradecidos estamos los españoles, por lo menos yo, del trabajo del rey durante la transición, de su serenidad y saber estar ante las duras y las maduras, pero cada vez más y más gente está viendo a nuestro representante de una forma que, cuando menos, roza lo arcaico, lo medieval, por mucho que lo llamen monarquía parlamentaria. Parece ser que los jóvenes no están tan de acuerdo en cómo se constituye nuestro país. Y realmente me alegro, no tanto por el hecho de poder ver una España organizada de diferente forma en un futuro no muy lejano, que también, sino por el hecho de que a los jóvenes les importen e interesen las cuestiones de estado, de política nacional… en definitiva, de su futuro como integrantes de un país llamado España y el cual aspira a ser un modelo basado en la libertad, la solidaridad y la igualdad.
Por otro lado está la cuestión de la “Memoria histórica”; y es que quedan muchos cabos por atar referentes a aquella época, me refiero a la II república y al posterior e ilegítimo golpe de estado contra ella y contra todos los valores y reformas que supuso, me refiero a las consecuencias de una guerra civil cruenta, regida por odios, rencores y sin razones, todas ellas legitimadas por la Iglesia católica española en su propia “cruzada contra el mal”.
Y es que hemos tenido que esperar, todos aquellos que nos sentimos republicanos, más de 70 años para que por iniciativa del PSOE se debatiese, aprobase y en definitiva, se nos reconociera a todos y cada uno de los represaliados, asesinados, expoliados, fusilados, y así una infinidad de “ados” algo de dignidad. Algo que se nos negó durante 70 años.
Ley no falta de polémica, polémica avivada por los derechones de este país. Ya que hemos tenido que aguantar a sus dirigentes que nuestro único y principal motivo es el de confrontar y dividir…
¿Enfrentar? ¿Dividir? No se si reírme, llorar, o darme cabezazos contra la pared… pues:
Imaginen por un momento esta situación.
Un grupo de jóvenes socialistas, de un pueblo, llámese Ribaforada, situado en la Ribera de Navarra, donde no hubo guerra, solo fusilamientos, palizas, vejaciones, humillaciones… deciden organizar un acto el sábado 17 para homenajear a todos aquellos a quienes les fueron robadas sus vidas, la de sus mujeres, las de sus hijos huérfanos… homenajear a todos los que sufrieron aquella sin razón.
Ese homenaje no consiste en alterar el orden, no consiste en nada que pueda, ni siquiera de lejos, rozar el rencor o la ilegitimidad, no consiste en dividir, consiste en unir a todos los que se denominan demócratas y defensores de los derechos humanos, consiste en unir a todos aquellos que se quieran acercar a escuchar, a opinar, o aunque solo sea a saludar…
Díganme ahora señores de la derecha, ustedes que parecen atender solo a la contrariedad por naturaleza, que solo pretenden tapar u olvidar los errores de la historia de España, su país, nuestro país… ¿Díganme qué mal hacemos? ¿A quién dividimos? Si lo único que queremos es honrar a los nuestros ya enterrados y a los que quedan por encontrar, solo para que sus historias jamás caigan en el olvido.
Y es que ya lo dijeron los grandes, “Aquel pueblo que olvide los errores de su pasado, acabará por repetirlos”
Me reconforto nuevamente al ver que hay más gente que comparte, como yo, el sentimiento por los grandes valores que representó aquella república, gente que aspira a no morir antes de ver ondeando “su bandera”, esa que en el fondo es púrpura, en la plaza consistorial de su localidad.
A mediados de marzo de este año vi titulares en algún periódico de tirada nacional en los que se destacaba la caída en picado de las figuras de la monarquía. Destacaba también que cada vez los más jóvenes entendían menos una figura puesta a dedo, una figura que nos representa y a la cual no se le puede objetar nada, puesto que su cargo, digámoslo llanamente es vitalicio.
Parece ser que ese “Mañana, España, será republicana” pudiera estar más cerca de lo que a muchos les parece. Y es que toda una nueva generación, una nueva “hornada” de jóvenes con ideas y sin prejuicios, no son capaces de entender que su representante a nivel estatal lleve ocupando el mismo cargo desde los años 70.
Agradecidos estamos los españoles, por lo menos yo, del trabajo del rey durante la transición, de su serenidad y saber estar ante las duras y las maduras, pero cada vez más y más gente está viendo a nuestro representante de una forma que, cuando menos, roza lo arcaico, lo medieval, por mucho que lo llamen monarquía parlamentaria. Parece ser que los jóvenes no están tan de acuerdo en cómo se constituye nuestro país. Y realmente me alegro, no tanto por el hecho de poder ver una España organizada de diferente forma en un futuro no muy lejano, que también, sino por el hecho de que a los jóvenes les importen e interesen las cuestiones de estado, de política nacional… en definitiva, de su futuro como integrantes de un país llamado España y el cual aspira a ser un modelo basado en la libertad, la solidaridad y la igualdad.
Por otro lado está la cuestión de la “Memoria histórica”; y es que quedan muchos cabos por atar referentes a aquella época, me refiero a la II república y al posterior e ilegítimo golpe de estado contra ella y contra todos los valores y reformas que supuso, me refiero a las consecuencias de una guerra civil cruenta, regida por odios, rencores y sin razones, todas ellas legitimadas por la Iglesia católica española en su propia “cruzada contra el mal”.
Y es que hemos tenido que esperar, todos aquellos que nos sentimos republicanos, más de 70 años para que por iniciativa del PSOE se debatiese, aprobase y en definitiva, se nos reconociera a todos y cada uno de los represaliados, asesinados, expoliados, fusilados, y así una infinidad de “ados” algo de dignidad. Algo que se nos negó durante 70 años.
Ley no falta de polémica, polémica avivada por los derechones de este país. Ya que hemos tenido que aguantar a sus dirigentes que nuestro único y principal motivo es el de confrontar y dividir…
¿Enfrentar? ¿Dividir? No se si reírme, llorar, o darme cabezazos contra la pared… pues:
Imaginen por un momento esta situación.
Un grupo de jóvenes socialistas, de un pueblo, llámese Ribaforada, situado en la Ribera de Navarra, donde no hubo guerra, solo fusilamientos, palizas, vejaciones, humillaciones… deciden organizar un acto el sábado 17 para homenajear a todos aquellos a quienes les fueron robadas sus vidas, la de sus mujeres, las de sus hijos huérfanos… homenajear a todos los que sufrieron aquella sin razón.
Ese homenaje no consiste en alterar el orden, no consiste en nada que pueda, ni siquiera de lejos, rozar el rencor o la ilegitimidad, no consiste en dividir, consiste en unir a todos los que se denominan demócratas y defensores de los derechos humanos, consiste en unir a todos aquellos que se quieran acercar a escuchar, a opinar, o aunque solo sea a saludar…
Díganme ahora señores de la derecha, ustedes que parecen atender solo a la contrariedad por naturaleza, que solo pretenden tapar u olvidar los errores de la historia de España, su país, nuestro país… ¿Díganme qué mal hacemos? ¿A quién dividimos? Si lo único que queremos es honrar a los nuestros ya enterrados y a los que quedan por encontrar, solo para que sus historias jamás caigan en el olvido.
Y es que ya lo dijeron los grandes, “Aquel pueblo que olvide los errores de su pasado, acabará por repetirlos”
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